El Jockey Club de San Francisco renovó sus greens, una gran experiencia que puede servir a muchas instituciones

El Jockey Club de San Francisco renovó sus greens, una gran experiencia que puede servir a muchas instituciones

Se podría decir que en la cancha de golf de San Francisco, presenta hoy por hoy carpetas de greens renovadas y a la altura de las mejores en su tipo en lo que hace a tener greens de categoría para la realización de eventos.

Es importante destacar las mejoras producidas en sus carpetas, comparadas con las bermudas existentes de años anteriores. La necesidad surgió de dar respuesta a la diversidad en el tipo de variedades que poseía la misma, desde antiguas y naturales de la zona, que solían presentar problemas de encanutamiento durante la época de floración allá por noviembre, como las variedades Tifton 428 , Dwarf y la última que se probó en putting green, el Tiffeagle.

Uno de los problemas que complicaba el manejo de los greens era la cantidad de sales totales en agua que superaba los 7200mg/l o 11 mmhos/cm o dS/m, sumado a la falta de regularidad en el perfil del suelo, lo que generaba problemas en drenajes, con consiguiente acumulación de sales y desaparición de césped y aparición de algas y musgos en algunas zonas, en especial las más sombreadas.

Todo esto hacia muy problemático el manejo de las carpetas en especial por la diversidad de alturas que imponía cada una de las variedades. Es por ello que se decidió remplazarla las superficies por el Paspalum variedad Seashore, una especie resistente al problema de sales y con tolerancia a temperaturas altas en verano y requerimientos bajos en lo que hace a fertilización, y por sobre todo, al bajo presupuesto de quemado de carpetas comparado con el tradicional método de quemado con bromuro de metilo.

Se comenzaron a cambiar tres carpetas de las nueve existentes a fin de que los socios del club y empleados de la cancha pudieran ir adaptandose al manejo de manera gradual, para que en el lapso del año y medio siguiente, contar con la implantación de todas las carpetas.

El primer año que se implantaron los 3 primeros greens, se comenzaron un poco tarde las tareas por problemas inherentes a calendario de torneos y problemas de logística, comenzando las tareas la primer semana de enero con la llegada del material a implantar y el quemado de las carpetas.

Se hicieron dos aplicaciones de Round Up, a razón de 10 lts/ha, con un intervalo de 10 días entre una y otra. Dejando la superficie de los mismos con un resultado importante de quemado, aunque se observaron posteriormente algunos rebrotes de bermuda en los mismos. Se trajeron la champas de Paspalum de la empresa Cynodon desde Bs. As. y se lavaron las mismas a fin de sacarles la tierra que traían y romperlas en el mismo green, colocando las champas a lo largo de la superficie y separándolas de manera equidistante; la cantidad que se colocó fue del 15% de la superficie del green.

Para desmenuzar los panes de césped se utilizó la vertical de greens, pasándole por encima de los mismos en varias pasada y luego se repartía dicho material en los espacios entre línea y línea de material desplegado. Previamente a ello se pasaron verticales sucesivas en el green para permitir que la trama se abriera y sembrar los estolones de Paspalum, incorporándolos en el suelo. Finalmente se hizo una cobertura liviana de arena del Paraná para semienterrar los estolones.

Se trabajó en las primeras semanas con fungicida preventivo tipo Captan. La fertilización inicial que se le suministró fue después de la primera aplicación de Round Up a razón de 4 kg de triple 15 por cada 100 m2 de superficie, de esta forma se dio comienzo al recambio de carpetas.

A la llegada del otoño las carpetas no habían llegado a cubrir totalmente, existieron problemas de riego por inconvenientes de bomba, pero en la primera etapa se le daban 4 riegos cortos por día a fin de mantener la humedad de la superficie.

Si bien reaparecieron algunos rebrotes de bermuda, la velocidad de expansión del Paspalum junto con las alturas de corte, hicieron desaparecer dichos brotes.

Hoy por hoy se puede ver un tapiz con muy buen color, uniformidad y excelente rodamiento, que permiten jerarquizar la cancha y la realización de torneos con muy buena aceptación para los niveles requeridos.

Una mención especial para quienes colaboraron con la decisión del cambio y las tareas realizadas: Diego Chao, desde su posición de dirigente; Horacio Scassa, como socio colaborador; José L. Sánchez, como profesional del club y Roberto Olivera, Pablo Martín y Rodolfo Oviedo como trabajadores en la cancha.

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